Trás todos estos años en los que llevo impartiendo cursos de Reiki, siempre he encontrado un denominador común en la mayoría de los alumnos trás recibir la iniciación:
“El despertar de su conciencia para sentir realmente una cercanía con ellos mismos”
Unos, empezaban a ver colores en el momento de la imposición de manos; otros, a percibir como si sus manos pudieran tocar los órganos; otros, la empatía con lo que sentía su compañero; y algunos de ellos, que no sentían nada al principio pero posteriormente recibía sus emails con dudas y comentarios al respecto de cómo y que empezaban a sentir.
Esto puede parecer un poco atípico, pero lo he comprobado primero en mí y posteriormente, lo he podido reconfirmar con mis alumnos.
La euforia que provoca esta apertura a algo nuevo, –al despertar de una nueva conciencia-, conlleva a ser sincero con uno mismo, –conlleva al compromiso de la verdad- y aquí es donde muy pocos han podido superar la prueba de sincerarse con ellos mismos y de tener el valor de reconocer lo que piensan, lo que sienten y lo que quieren y realmente vivir en sus vidas inmediatamente tras el curso. Para la mayoría, conllevado tiempo para comprender y aceptar lo que el curso les había despertado.
Para aquellos que han conseguido despertar rápidamente, les ha generado un cambio interior tan profundo que esto lo han transmitido en su entorno, y han funcionado como imanes, es decir, se encontraban con personas que hacía tiempo que habían hecho reiki y que lo habían dejado de lado por no saber como seguir aplicándolo en sus vidas, y maravillosamente esos alumnos se sentían capaces para poder explicar,desde sus experiencias, como vivían el reiki, los cambios que había originado y podían aclarar las dudas y apoyar a todas esas personas que se encontraban en su día a día.
Es por ello que me siento feliz, de ser maestra de una técnica que ayuda a encontrar y a continuar el camino del Ser Humano hacia su propia felicidad; que les ayuda a seguir adelante para enfrentarse a sus miedos y les permite “empezar a brillar“; les permite empezar a reconocer “el potencial que todo Ser Humano lleva en su interior”.
Y esto es algo que me maravilla, ver como curso tras curso los alumnos despiertan “Su luz y poder interior
Por ello quiero desde este espacio, animaros a todos los que habéis dejado el reiki de lado, a continuar nuevamente a practicarlo, y a todos los que estáis buscando para iniciaros a que conectéis con vuestro corazón para que os guie al maestro o maestra que deba introduciros y posteriormente, orientaros en este camino.
Os animo a que permitáis a vuestro verdadero Yo brillar, y enfrentaros a esos miedos que os atrapan y os impiden ser Quienes Soys.
Montserrat Oliveros González
Maestra y Terapeuta de Reiki en la Escuela Hermes7
www.escuelahermes7.com